"Le voy a decir mi posición clarita como el agua". La frase, dicha con ironía, se oyó en la Sala Grau de Palacio de Gobierno y provocó varias sonrisas. Fue el preludio de una larga explicación en la que el presidente Alan García expuso por qué se opone a la estabilidad laboral absoluta.
De acuerdo con el jefe del Estado, la aprobación de la estabilidad laboral absoluta, que se sostiene en la eliminación del despido arbitrario, impediría que se creen nuevos empleos, pues los empresarios verían esta medida como un atentado contra la inversión. "Con la estabilidad laboral absoluta un empresario no puede separar de su trabajo a un empleado aunque haya perdido mercado. Eso afecta a los que no tienen trabajo, pues evita que los inversionistas creen nuevos empleos", dijo el mandatario.
También aseguró que la eliminación del despido arbitrario, tema que debe debatirse este lunes en la comisión de Trabajo y que es promovido por el congresista Luis Negreiros, afectaría directamente la generación de 700 mil empleos, promovidos por 20 mil proyectos empresariales. Pese a esta postura inicial, el jefe del Estado defendió la figura del despido nulo.
Es decir, la posibilidad de que un empleado sea repuesto en su centro de trabajo si es despedido por asociarse a un sindicato o por embarazo en el caso de las empleadas. "Sí hay derecho a la sindicalización y a las ocho horas", manifestó el presidente. Además, pidió respetar los derechos adquiridos de los que ya están en el sistema laboral.
"Eso no se puede tocar. Esos son los derechos que defienden los grandes sindicatos, que lamentablemente representan a un país minoritario", sostuvo.
"Eso no se puede tocar. Esos son los derechos que defienden los grandes sindicatos, que lamentablemente representan a un país minoritario", sostuvo.
BANCO DE MATERIALES
Antes de concluir su conferencia de prensa, el presidente justificó que el Estado cancelara la deuda de un grupo de prestatarios del Banco de Materiales. Explicó que con esa medida se utilizó un procedimiento similar al del programa Juntos la compra de deuda.
"Es lo mismo que pasa con los bancos. A ellos se les perdonó cientos de millones de dólares y nadie lo calificó de populismo. Se trata de 27 mil familias sin empleo. Esto es justo y no populismo. Sería populismo aumentar sueldos en el sector público", señaló.
MINISTRA EN LÍNEA
A su turno, la ministra de Trabajo Susana Pinilla respaldó las palabras del presidente García. Ella explicó que la figura del despido arbitrario sí contempla una forma de resarcimiento para los empleados que son separados. "El Tribunal Constitucional se ha manifestado al respecto y ya ha fallado que la reparación en esos casos es la indemnización", dijo. Finalmente, invocó a la reflexión a los integrantes de la comisión parlamentaria de Trabajo, para que no aprueben medidas que van en contra de los propios trabajadores y de la generación de más empleos.
Fuente : Diarioa La República
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